Hay
como una faceta despegada
desplegada en la mirada de tus ojos.
Es
como un certero golpe
suavemente inquieto
como un cincelado matiz
robustamente tenue
como aquella madrugada
que aún no empieza a ser
como esos hilos de encaje de luces
que enternecen la llegada del mañana
como aquellos ríos
del profundo cauce
del olvido desafiante de la tristeza de vivir.
FOTO: Carbonilla de
Yanil Ferrari