martes, febrero 04, 2014

Hombre Dormido



Se relajan
los músculos de tu
rostro atardecido
como si de pronto
las estrellas todas
aparcasen
en tus mejillas
y la noche
posada en la sombra
de tus pestañas
invitase al beso
suave
en tus párpados
apenas temblando.

FOTO: El hombre dormido, de Leónidas Cantillo