
Me miraste. Sí
lo viste, mi rostro inflamado.
Dentro
de la frente sudorosa
un cristal doloroso temblaba
a punto del quiebre.
Goteo nasal intermitente
interminable
y el espacio surrealista
de los sueños afiebrados.
Ambos sabemos que
en pocos días
tan sólo quedará
un recuerdo
como de tos seca
que se irá disolviendo.
Resfriado con perfume a gripe.
Medicinas adecuadas.
Aún
me duele un poco
la cabeza.
FOTO: Caricatura de Mauzán