
Hay palabras que me erectan los capilares
para bien o para mal.
(palabras que me gusta
como suenan: indulgencia,
arrecife, sesgo, impacto,
longevo, paquidermia,
laxo,
sexo, erótica, orquídea... y más)
Hay miradas
que me erectan los capilares...
(si tus ojos no fueran esos ojos dolería la daga en mi orgasmo)
Hay perfumes
que me erectan los capilares,
para bien o para mal
hay cuerpos
que me erectan los capilares, para bien o para mal
Hay tonos de voz que me erectan los capilares, para bien o para mal.
Hay tactos
y contactos... que
me erectan los capilares,
para bien o para mal.
Y existe
esa sensación de aura picante
o de lago
o electrizante o barbitúrica...
cuasi-actitud intrínseca
que me erecta los capilares
para bien o para mal.
Para bien
-o para mal-
mis capilares... se erectan.
FOTO: Bicyclettes Abandonnées, by Jean-François Rauzier