Conglomerado de insomnio
detrás de un ser que pisó
la lluvia
Apuras una luna ojerosa
y 1000 murciélagos de
plata
caen del abismo al sol
por la ruta que desvía
las plegarias de amor
Nos conocimos
fuimos duendes y occisos
al cielo color techo
y sus sombras de fantasía
Quedaba “yo” ahí
haciendo el amor
a un cadáver de luna y
techo.
Sol de estrellas rojo
sangre, miel y laúd.
FOTO: Paris et Oenone, de Agostino Carracci
..."de estrellas rojo sangre, miel y laúd". Un collage ininteligible, pero que incendia el intelecto. ¡Siempre atractiva, siempre diferente.
ResponderEliminarGracias Francisco por dejarme sacar un poco de plomo a tus días ;-)
ResponderEliminar¡Un abrazo!