Se derramaron
los segundos y las copas
las caricias y las lágrimas
los juegos y los jugos
los días y los suspiros
las esperas y los pétalos
marchitos.
Los cuerpos también brindaron.
Los ojos también brillaron.
Los labios se buscaron
por toda la piel, se encontraron.
Un año dejado atrás
y la promesa de no prometer
seduciendo un nuevo comienzo.
El 31 de 12 de 2008, derretidos.
FOTO: Amantes, óleo de Fernando Ureña Rib
También a mí me derriten tus palabras, esas que hablan de lo que no pronuncias, pero que sugieren...
ResponderEliminar:-)
ResponderEliminarGracias!!!