
Su pesadilla comenzaba al despertar
cada día era un conflicto de ignorancia
que se llamo “potaje de zares”
Tendía a abstraerse
de ulcera gástrica
no podía digerir su situación
la forma asquerosa
con que encubrían los vicios
todos
la hicieron viciosa.
De todo pudo escapar
el día en que supo
que la sombra de su cuerpo
no era su propia espalda
Descubrió su ceguera
que ya ésta no existía
y que no era culpable
de su inocencia
Ella era inocente, a secas.
cada día era un conflicto de ignorancia
que se llamo “potaje de zares”
Tendía a abstraerse
de ulcera gástrica
no podía digerir su situación
la forma asquerosa
con que encubrían los vicios
todos
la hicieron viciosa.
De todo pudo escapar
el día en que supo
que la sombra de su cuerpo
no era su propia espalda
Descubrió su ceguera
que ya ésta no existía
y que no era culpable
de su inocencia
Ella era inocente, a secas.
Carina A. Acosta
1989, Carlos Paz
Foto: Javier Armas
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