
Trepa por el camino de mi pensamiento
llega a destino y la leo
¿Cuánto cuesta disfrutar de mis palabras?
¿Cuánto cuesta encontrar las adecuadas?
FOTO: Tiempo, by Torres Designs
Quiero irme de tí, irme de mí; irme
de todo aquello que signifique la nada.
Postrarme en la avenida de un juicio
y decidir que no me importa
quien haya ganado o no esa partida del destino.
Quiero decidir sin más un camino libre
un campo abierto a la medida de mis sueños
y lograr
desde el álgido, más álgido, punto del descarne
de mis años, el mágico sincopar de mis deseos,
años, de siempre.
Quiero determinar el punto medio
de la agonía y nunca más palidecerme ante tí.
Nunca más pertenecerme sin tí
Nunca más tergiversar las cuotas
notas de tus palabras a mí dichas
y/o escapadas de las misteriosas lenguas
de nuestro (un) lenguaje.
Estoy cansada de comparar comprobando
la medida de los mirlos de tus manos. Estoy
devenida de un ir y venir sin otro, más
designio que el destino de nuestros pasos verdaderos. Sin
otra sintonía que no sea la guarida de los pájaros
que al amanecer, se rescatan sonido
en los ventanales de las sombras de la mañana.
Estoy harta del singular. Necesito plurales.