En este anonimato paria
en el que describo una
ausencia
es plagio de agonía
aquel lamento póstumo
en el que tu alma
inconsciente
lamió de mi alma y
me llamó pitonisa.
Quiera quien que habite quien
en Delfos.
Cuando la maga
oportuna circule
al fin mutuamente,
circunde
iconoclasta entre los
jazmines
del ocio, jardines
del odio; cada por qué
alimento
de mis horas laxas
calla ya indecente
inconsciente mancebo.
Empedernida
renaces nuevamente
y un relámpago azul deja
por detrás todo.
FOTO: Escultura en mina de lápiz de Dalton Ghetti
Ojalá seas siempre así de fuerte, que seas siempre el timón de tus adversidades, la domesticadora del relámpago y el trueno, la bruja dominadora del fuego y la marea de las aguas; te llamarás Resiliencia.
ResponderEliminarEncantada de tu comentario, como siempre, mi fiel Francisco. Un abrazo!
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