domingo, octubre 12, 2008

Música de piano



En la abrazante penumbra de la noche
sus siempre yemas acariciaban el yingyang
sostenida en su taburete de madera
pisaba precisa el pedal.

No se sabía si interpretaba partituras
que se erguían frente al pecho humano
como estoicos pergaminos garabateados
de tesoros musicales
o si hilvanaba los sonidos
que el aire cobijaba
con una antigua singer
de lujo de cola
cual abrazo maternal imaginado.

Sostengo
que curaba el espacio y que
mientras lo hacía sanaba
a traves de la palabra que
por algún motivo
se iba imprimiendo
a su paso de estrofas y sonidos.

Carina A. Acosta
FOTO: Mano Derecha, de María Eugenia Fedullo Torres

7 comentarios:

  1. La pensadora partió la estatua de su reflejo, y se encaminó hacia su destino.
    No sabía cual era, pero se encaminó igual, y qué?!

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  2. Respuestas
    1. Y que? Y nada! Y ya pasó! y te quiero mucho.
      mauge, la que vió en el parque rivadavia

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    2. JAJAJAJAJ!!! Hola!
      Te quiero mucho locaza!

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  3. Precioso. Una delicia.

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  4. Muy lindo tu post. Un tema que no cualquiera entiende. A mí me cautiva.
    Un beso,
    Shanty

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  5. Cada vez q lo leo lo encuentro más bello, más profundo, más simple. Eguam

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