ODIAS, dices
el olor y aliento
a cigarrillo
y llamas chimenea a la boca humeante
ODIAS, dices
la desnudez expuesta
que confundes con exhibicionismos
u orgías o algo sexual
ODIAS, dices
los silencios sin segundas intenciones
las palabras dialogadas
los pedidos de más explicación, las preguntas
para conocerse y compartir
ODIAS, dices
los escritorios desodenados de notas
el sabor del mate en los besos
el perfume a humo en la ropa
los pies descalzos a placer
y DICES que me amas. A MI
sentado allí esperando que sea otra.
Foto: HOW-MUCH, acrílico de Jose Moreno
Ocurre. En muchas parejas ocurre. Bueno es tener la fortaleza para estar con quien te ama como eres, así tal cual eres y no caer en forma solidaria con la dualidad del otro. Pero para muchas personas el amor tiene esas cosas enfermizas también. ¡Caramba, vaya que hay tela para cortar con este tema!
ResponderEliminarAsí es, la salud en una relación (cualquiera sea su índole) ha de tener ambas partes con el espejo pulido de la misma manera :-). Las relaciones humanas, sofisticadas y "simples" al mismo tiempo. Espero que cojas las tijeras querida (o el hilo de bordar) y gracias por compartir en tu comentario.
ResponderEliminarMe gusta el sabor a mate en tus besos...
ResponderEliminarEl humo en tu pecho
Y mi profundo deseo de que nunca dejes de ser tu!
LEGUIZAMO