Con el dolor hecho pedazos y vapor
conjuro las horas de mi temperatura in crescendo.
¿Hasta dónde desplumar un ala?
¿Hasta cuándo aludir al prócer?
¿Hasta siempre morir sin nombre?
Te quiero sin límites.
Estar maldita
resucitada mil veces mil
aceptando un acto
como herida en mis años pocos.
Mis ojos no sólo miran, observan.
Dentro de un tren a Tigre
Retiro, Buenos Aires
08/07/1998
FOTO: Fifirina despierta nº1, by Markova 2003
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