Te llamé
y dejé mi alma mutilada.
En mi voz la certeza
teme mansedumbres
de quien espera amor
por teléfono.
Quizá mi mirada infante
peque de ingenua
a tu danza espectral.
Tal vez las preguntas
descansen
depositadas en el acto del llamado
¿Estará bien decir
que muy a menudo tejo el silencio
que dejas entre los dos
cuando te faltan palabras?
Un bar sobre Corrientes
Buenos Aires.
07/07/1998
FOTO: Modelo Vivo, carbonilla de Pablo Villalba
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